Dejando aparte todos los chistes posibles con Popeye, los creadores de esta casa futurística se basan en las propiedades de estos vegetales que nos llevan acompañando tanto nuestra vida. Todos las hemos odiado de pequeños, y ahora a la mayoria nos encantan.

Esta ha sido la propuesta que ha ganado el certamen Cradle-to-Cradle que organiza el instituto Buckminster Fuller.


La fachada está revestida de una piel fotosintética y fototrópica fabricada a partir de proteínas de espinacas y espuma de soja. Esta cubierta tan verde asegurará el asilamiento óptimo de la casa y además generará energía suficiente para el consumo de la propia vivienda. Además está pensado para que la energía sobrante se pueda redistribuir entre el vecindario. Aqui es donde empieza un poco la fantasía ya que según ellos usan unos paneles solares hechos de proteinas de espinacas que siguen a la luz solar y producen un 200% más que las células de silíceo. (En fín, que me pasen un poco de lo que han fumado..)



Architecture: House Runs on Spinach, Shares Energy with Neighbors